domingo, 11 de octubre de 2015

Nieve...

Demasiado calor...
su pecho necesitaba frío
se activaron sus ganas
moviendo todo a su alrededor...
Se acercó a mirarla
su cuerpo entró en calma
empezó a caminar...
¿Y si me caigo?
repetía su voz
acariciando el hielo con los pies...
Las cosquillas sacaban risas 
se liberan tensiones
estaba en su sitio... 
Las huellas eran circulares
como casi todo...
Su bucle esporádico
empatizaba con las formas
dándole confianza...
Las botas servían de aislante
haciendo soportable la brutal conexión...
sin derretirse... 
Los miedos eran permitidos
la superación se reconocía...
la valentía se sumaba al rosa
todo era lo mismo...
Los juicios ante la diversidad
eran inútiles...
lo normal perdía la partida...
El tiempo no encontraba espacio
desistiendo... Una vez más 
Los niños tocaban las sillas
pudiendo verlas con el roce...
la magia de lo posible
invitaba a volver pronto
bendito renacer...
El ángel solitario rozaba su espíritu 
sin saberlo...
El blanco humedecía las pupilas
del espectador...
llorando de frío
sólo de frío...





Mónika Cazorla

sábado, 3 de octubre de 2015

Olvidarse del ruido...

Los brazos expulsan latidos
El aire salpica... Se escuchan sonidos
Las ondas se reflejan en su rostro
La sonrisa sale...
La arena seguía en sus pies
Calmaba las sombras...
Las dimensiones alteraban el reloj
Seguía creciendo...
Su mirada era inalterable
Avanzaban las pupilas...
Se mojó los dedos
Soltó las cuerdas
Y lo abrazó de un salto...
Descubriendo que el secreto está
En atreverse... Y olvidarse del ruido.


Mónika Cazorla

Aunque suene fuerte... Olvidarlo, cansarlo... Soplarlo
Que no reste palabras ni música...
Que no haga pequeña la osadía 
Que no reste... Que no exista... Aunque esté.