Se desvanece el tiempo
cargado de insolentes sombras
absurdas y ciertas
intentando sacar del centro
algo que tenga sentido
y se lo de al resto...
El metal huele a metal
simplificando su existencia
los segundos se hunden
no hay espacio...
Las agujas se abren solas
el ruido se esconde detrás del cristal
sacudiendo el polvo
el aire filtrado suspira...
Cada minuto crece a conciencia
las horas duelen
la alarma sigue estando ahí...
La esperanza se acuesta
Mónika Cazorla
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